sábado, 2 de marzo de 2013

CONCURSO ESCOLAR " CUANTO MÁS MEJOR"


Como saben estamos participando en  el concurso organizado por la Mancomunidad del Sureste.  Pretendemos, con ello,  sensibilizar y fomentar el correcto reciclaje de la “basura de nuestras casas” mediante la utilización de distintos contenedores para el papel y para envases.Para ello les pedimos la máxima colaboración desde sus  casas envíando bolsas separadas, envases (tetrabricks, botes de plásticos y/o garrafas, etc. ) y papel (papeles y cartones). Se recogerá el material de reciclado hasta el 15 de marzo.  
RECORDARLES que el premio  merece la  pena ya que irá destinado a material escolar o ayuda a familias necesitadas.

 
Les  invito a leer el  siguiente  cuento que gustará al alumnado y a las familias sacado del
Blog "Cuentosinfantilescortos"...¡¡¡Muy bonito!!!
 
 

LOS CUBETOS CORTOS Y EL RECICLAJE

Érase una vez, unos cubetos de basura de distintos colores. En ellos se echaba la basura clasificada en función del color de cada cubeto. Los cubetos se llamaban: Vistris, que era el que se encargaba de almacenar el vidrio para reciclar y era verde, Papelico, que era el encargado del papel para reciclar y era azul, Aceiterus, encargado de recoger las garrafas de aceite doméstico usado, Plastiki, que era el contenedor de plásticos para reciclar y que era amarillo, Pilates, el contenedor de pilas gastadas, y Basurín, el encargado del resto de basuras, especialmente de las basuras orgánicas.
 
Cuando alguien no metía la basura en su sitio, como los cubetos eran muy amigos entre ellos, se pasaban de uno a otro la basura al que le correspondía. Así, siempre estaba la basura clasificada correctamente para que pudiera reciclarse y cuidar el medio ambiente.

El camión de la basura les vaciaba, y ellos se ponían muy contentos de ver como cada tipo de residuo iba a su cubo de basura correspondiente.

Pero al cabo de unos días, los cubetos se cansaron de ordenar la basura porque era mucho trabajo para ellos, ya que no solían moverse mucho y acababan casi sin fuerzas.

Poco a poco, Pilates, que era el más joven de todos, empezó a encontrarse mal. Escupía la basura que no eran pilas a la calle, porque no podía guardarla de lo cansado que estaba. Lloraba mucho.

Posteriormente a esto, Plastiki también tuvo los mismos síntomas y empezó a escupir todo lo que no eran plásticos, y después Aceiterus, y así todos los cubetos empezaron a echar la basura que no les correspondía a la calle…

Un niño llamado Pipo, que pasaba por la calle, se dio cuenta de toda la basura que había tirada al lado de los cubos de basura… Y muy responsablemente colocó cada basura en su cubo de color correspondiente.

Pipo avisó a sus padres, y fueron ellos los que entendieron que a mucha gente no le importa el medio ambiente. Pero le dijeron a Pipo: “Has hecho muy bien clasificando la basura. Si todo el mundo fuera como tú, nuestro planeta sería un mundo mejor, y la naturaleza nos lo agradecería.
 

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