ENGÁNCHATE AL TREN

Agradecer a María Del Pino ( miembro del coro de la Parroquia de San Rafael) la confianza depositada en mí al compartir esta rueda que tanto significa para ella. Espero que disfruten con su contenido como lo hicimos  niños,  niñas, papás y mamás presentes.

 

 

 "ENGÁNCHATE AL TREN"

Sí que tiene historia esta frase:

            Esta rueda donde hoy escribo sobre ella estas palabras, es del tren más valioso y más lindo que se ha inventado en la historia del hombre.

            Creado por cuatro chicas, donde no hizo falta ir a ninguna Universidad para poder diseñarlo. Sus herramientas fueron muy sencillas:  sonrisas, amor, ilusión, ganas, entrega a los demás, y como no, algún que otro dolor de cabeza.

            Me siento afortunada, porque sin tener estudios universitarios, he participado en uno de los inventos más sencillos y grandiosos que pueda existir, “UN TREN”,  pero no un tren cualquiera, sino  el “ TREN DE LA PAZ”.

            Un diseño único: Camina sin motor, sin raíles, sin ordenadores que te controlen en cada momento, sin velocidad, sin frontera, sin límites. Sólo hizo falta para su recorrido y puesta en marcha, cargarlo de gente, de gente que iban llegando poco a poco ocupando sus vagones, llenándolos de amor, de ilusión de esperanza, de sonrisas, de paz, de querer transmitir al mundo entero todas estas cosas tan bonitas, sencillas, pequeñas y tan inmensamente grandes al mismo tiempo.

            Engánchate al tren, ha logrado su objetivo con éxito (desde nuestro interior  repartir paz al mundo entero).

            Ya no sólo soy afortunada por haber formado parte del equipo técnico de esta máquina, sino porque he tenido la oportunidad de conocer un poco más a tres personas que lo han dado todo por los demás. Cuánto he podido aprender de ellas, una pasada, ni yo misma me lo creo. Son auténticas, entrega pura y dura a los demás, sufren por los demás, se preocupan por los demás, siempre intentando que no falte ni el más mínimo detalle (un globo, in clavo, un tornillo, los palos de las pancartas, los niños, las catequistas, el power,…), todo el tiempo carrera arriba, carrera abajo, que todo esté a punto, pero lo más sorprendente de todo, es que lo hacen incondicionalmente. Cuando piden, piden sólo sonrisas. Durante esta semana de la paz, seguro que tuvieron días de mejor o peor humor, sus obligaciones, inquietudes, preocupaciones, y aún así, siempre tenían su autoestima alta, y era increíble a pesar de lo que estaban pasando, como llegaban siempre con una sonrisa y palabras de aliento para los demás.

            Gracias Señor por hacer que existan personas tan maravillosas, auténticas y entregadas, como: Fátima, Mari y María José. Y gracias a las tres por haberme aportado tanto y formar parte de mi vida.

       ESTE ES MI PEQUEÑO HOMENAJE A LA SEMANA DE LA PAZ

María Del Pino Santana Hernández.