La recomendación para las familias y también para los docentes (y cualquier persona que quiera trabajar con los chicos en matemática) es que primero resuelvan ellos mismos la situación. Es fundamental que aquél o aquélla que induce y que orienta el trabajo sepa muy bien a qué se llega. Muchas veces, esos juegos lógicos, considerados desde el punto de vista social, no tienen en cuenta esta tarea previa de planificación y chequeo de la actividad. Esto no requiere una preparación de matemáticos, sino una preparación de un ciudadano que utiliza la herramienta matemática. Aún cuando sea un papá o una mamá, o cualquier docente o no antes de planteárselo al niño o niña, debería, aunque sea, mirar el juego con detenimiento para saber de qué se trata y qué va a lograr con ese juego. Esto tiene que ver con tomar conciencia de la responsabilidad que pasa por el adulto y de la que pasa por l@s niñ@s.
No hay comentarios:
Publicar un comentario