Su coordinador Miguel Ángel Rodríguez Sosa nos explica en qué consistió:
El Instituto de Atención Social y Sociosanitaria
del Cabildo de Gran Canaria, a través del Proyecto “Gran Canaria Accesible”
tiene entre sus funciones el impulso de actuaciones dirigidas a fomentar la
concienciación y sensibilización hacia la inclusión social por lo que, con
motivo de
la II Edición de la Feria Gran Canaria Accesible, que se celebró el
pasado mes de mayo, organizó el I CONCURSO DE REDACCIÓN: “DEJA QUE TE CUENTE”.
Con el lema “Deja que te cuente”, pretendimos
fomentar un acercamiento transgeneracional, ya que los alumnos que quisieron
participar presentaron un breve relato sobre alguna historia que les había
contado alguna persona mayor, bien sea un familiar, un vecino, una persona
residente de algún centro para mayores o simplemente, una persona mayor
desconocida.
El concurso tuvo por objeto fomentar entre el
alumnado de los Centros Educativos de Gran Canaria, por medio de la expresión
escrita, la empatía y la comunicación entre los jóvenes y las personas mayores
y conseguir la promoción de valores que permitieran disminuir los prejuicios y
estereotipos generacionales, permitiendo que todos participen activamente en la
vida social.
Se trató de un concurso de redacción que versó
sobre la vida de las personas mayores que se encuentran en nuestro entorno. Las
anécdotas o acontecimientos de su historia personal que más les hayan marcado,
su visión de la sociedad actual, qué piensan, cómo se sienten o cuáles fueron sus
sueños cuando eran jóvenes.
Criterios de valoración
En los trabajos presentados se valoró:
- Tratamiento del tema propuesto.
- Utilización de lenguaje (corrección y riqueza
del léxico)
- Precisión sintáctica y ortográfica
- Contexto de fantasía/entretenimiento.
- Estructura de la redacción.
- Originalidad literaria.
Instituto de Atención Social y Sociosanitaria del Cabildo de Gran Canaria.
Los cuentos presentados:
EL SUEÑO DE MI ABUELA
Se
llama Paca pero sus amigas le decían Paquita. Le encantaba ir a los tomateros
con su madre que por cierto se llama Cleofa.
Antiguamente, la gente trabajaba en
los tomateros, en la Zafra, y unos años era en Maspalomas y otros en Pozo
Izquierdo.
A mi abuela le chiflaba el potaje de lentejas con chorizo, también le
gustaba merendar leche de las cabras de su padre y un trozo de pan con
mantequilla.
Un día que estaban en la zafra de
Maspalomas, mi abuela se había levantado a las cinco de la mañana para ir a los
tomateros con su madre. Estuvieron todo
el día trabajando muy muy duro que si recogiendo, que si plantando… Sólo se
pararon un rato para comer.
Ya eran las seis y mi abuela estaba
cansadísima…¡No podía más! Entonces
pensó en sentarse un pequeño rato en el suelo y se dijo para si…”descansaré
quince minutos y ya vuelvo al trabajo, con el calor que hace voy a cerrar un
pisquito los ojos...”
Pasaron
cinco o diez minutos y …se había quedado dormida. ¡Sí que tenía que estar
cansada! Nadie se daba cuenta y nadie la
despertaba, entonces siguió durmiendo.
Durante
el sueño empezó a soñar justito justito lo que había pasado pero con un toque mágico…
Soñó
que sus hermanas Mela, Saro y Antonia se llamaban Mágica, Sol y Ala y su madre
que se llamaba Cleofa se llamaba Caterina, además, en vez de recogiendo y
plantando tomates con las manos lo hacían con la varita mágica.
Estaban
tan cansadas de agitar la varita que pensó en cerrar los ojos quince minutos…le
pasó igual y se quedó dormida y fue en ese momento cuando se despertó y siguió
trabajando.
ISORA AFONSO RAMOS
NO VINO A ROBAR
Esta es una
historia que cuenta mi abuelo sobre sus padres, que eran mis bisabuelos, y que
a mí me gustó mucho. Mis bisabuelos vivían en el campo, tenían animales y
cosechaban toda clase de granos y cereales.
Una noche de
julio, después de haber desgranado el millo en el patio de su casa, lo
amontonaron en un rincón y se fueron a dormir pasada la medianoche.
Cuando llevaban
un par de horas durmiendo, mi bisabuela se despertó y le dijo a mi bisabuelo:
-“ ¡Levántate y mira, porque creo que hay alguien en el patio!”
Mi bisabuelo,
con mucha paciencia como era habitual en él, le respondió: -“¡Seguro que es
algún animal!”… Y siguió durmiendo.
Entonces mi
bisabuela se levantó y miró por el postigo de la puerta, y vio a un hombre que
echaba millo en una talega. Entonces llamó otra vez a mi bisabuelo y le dijo:
-“¡Ven,
corre!¡Corre que nos están robando!
Mi bisabuelo se
levantó y se asomó al postigo y reconoció al hombre de la talega y se volvió a
la cama.
Mi bisabuela enfadada
le dijo:”- ¿Pero no vas a hacer
nada?”¿No ves que nos están robando? ¡Incluso veo que falta un queso del cañizo
del zaguán!
Mi bisabuelo le
preguntó:”¿Cuántos quesos había en el cañizo?”
A lo que mi bisabuela
respondió:”- Había siete y ahora sólo hay seis.”
Entonces mi bisabuelo le dijo:”- Mujer, si hubiera venido
a robar ¡se habría llevado los siete quesos!¡Y habría traído un saco y no una
talega para el millo!
-“¿Pero tú le reconociste?”-preguntó mi bisabuela
-“Sí- respondió mi bisabuelo- sólo vino a buscar algo de
comer para sus hijos.
- “Entonces ¿Por qué no saliste y le ofreciste otro queso
y un poco más de millo?”
-“ No quería afrentar al hombre. Mañana mandaré llamarlo
y le diré que necesito ayuda en las tierras. Así podré darle más comida sin
ofenderle.”
Al segundo día mi
bisabuelo le dijo a mi abuelo que aún era un niño y que había oído la
conversación de sus padres la noche anterior: “ ¡Vete y avisa a Fulanito que
venga!... que necesito su ayuda.
Mi abuelo supo
enseguida quién había estado la noche anterior en el patio, pero no dijo nada;
y avisó al hombre.
SHEILA YI CABRERA MUJICA
Agradecimientos:
En especial a las familias de las alumnas que han participado, y a las compañeras del Centro que han colaborado para que el cuento elegido llegara en tiempo y forma según las bases del concurso.
Gracias a Lidia Gómez Pimpoyo , Pino Naranjo y a la Dirección.
Una vez los cuentos presentados el Centro eligió el que más se adaptaba a las bases del concurso...enviando el de Sheila Yi..." NO VINO A ROBAR"
¡¡¡¡ SUERTE !!!!!
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